Jean-Antoine Watteau (Valenciennes; 10 de octubre de 1684 - Nogent-sur-Marne; 18 de julio de 1721), pintor francés. Es uno de los grandes genios del último barroco francés y del primer rococó. Se le atribuye la creación del género de las fêtes galantes:
escenas de cortejo amoroso y diversiones, con un encanto idílico y
bucólico, bañadas en un aire de teatralidad. Algunos de sus temas más
conocidos se inspiraron en el mundo de la comedia italiana o el ballet.
Era hijo de un artesano techador de Valenciennes, ciudad flamenca que acababa de pasar a dominio francés. Comenzó su aprendizaje a los once años con el pintor decorador Jacques-Albert Guerín. Se trasladó, a la muerte de este (1706), a París.
Desencantado por sus pobres progresos, en 1709 regresa a su ciudad natal, dedicándose a la realización de escenas de posadas y soldados, inspiradas en el barroco holandés y flamenco, especialmente de Teniers.
En 1719 Watteau se traslada a Londres para consultar a su amigo y admirador el doctor Mead sobre la tisis que padecía. Pero regresó a París al año siguiente sin experimentar ninguna mejora. El verano de 1720 se instaló en casa de Gersaint, marchante de cuadros como su suegro Sirois. Se retiró a Norgent-sur-Marne. Murió tuberculoso a los 35 años.
La colección que poseía su mecenas Crozat le permitió estudiar el estilo de los maestros renacentistas. Conoció las obras de Giorgione, Rubens y Tiziano, lo que marcaría profundamente su producción. En él se funden, pues, influencias flamencas y venecianas (en especial de Veronés), imprimiéndoles su personal gusto francés.
Son escenas impregnadas por un erotismo lírico. Sus temas son el teatro, la música, la conversación, los personajes de la comedia del arte y la mitología.
En los cinco últimos años de su vida pintó numerosas fiestas galantes con una composición que se repite en varias de ellas. Parte el cuadro en dos mitades: una de vegetación oscura en la que están los personajes vestidos con colores claros, y otra de celaje claro. Esta fórmula se ve en la Lección de amor (h. 1716-17) de Estocolmo, El concierto conservado en el palacio de Charlottenburg (Berlín) y Los encantos de la vida en la Colección Wallace (Londres).
Murió prematuramente, cuando sus temas galantes empezaban a alcanzar el éxito. Varios artistas como Nicolas Lancret y Pater siguieron explotando los mismos temas; hay ejemplos de ambos en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. François Boucher hizo grabados de sus diseños, al igual que Bernard Lépicié, Laurent Cars, etc.
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