domingo, 8 de abril de 2012

RETORNOS DE UNA ISLA DICHOSA


Como una premonición hoy me levanté pensando en ALBERTI, busqué una carpeta que tengo de dibujos suyos y releí alguna de sus poesías. Decidí incluir en el blog RETORNOS DE UNA ISLA DICHOSA y esas estaba cuando escucho en la radio "deciden sacar el nombre de Alberti en el Teatro Municipal deHuércal-Overa porque "no vende". Logicamente pensé que había escuchado mal y busqué la noticia en los periódicos. ESTOY "ANONADADA"- La ESTULTICIA ¿ se adquiere o ya viene en los genes?
Perdón, mi amor, anoche....

Por ti, mi amor -¡perdón!- yo desvarío.
Sin ti, mi amor, no existe la mañana.
Por ti, mi amor, sin ti, me habla el vacío
precipitado desde mi ventana

De todo lo que tienes, nada es mío.
Tan lejos, en la noche, ¿qué me afana
el sueño, si amanece solo, frío,
mientras el tuyo en otro se devana?

Estoy maldito de verdad. ¡Qué pena
el maltratarte inútilmente, vida
tú que mereces la más alta almena
donde la luz del mar, estremecida,
te bañe y cante para siempre llena
de puro amor sin sombra, sin herida.


Por allí hondo, una humedad ardiente;
blando, un calor oscuro el que allí hervía;
sofocado anhelar el que se hundía,
doblándose y muriendo largamente.

Labios en labios que no ataca diente

lengua en garganta que se corta, umbría;
áspero alrededor, fiera porfía
por morder lo imposible de la fuente.

Fiera porfía, ya que ni a la hembra
más hembra ni al varón más varón dieron
otra cumbre que ser sembrado y siembra,

pues lo demás, ¡Oh cuerpos desvelados!
son fulgores que al alba se perdieron
en un súbito arder, desesperados.

CÚBREME, AMOR, EL CIELO DE LA BOCA...

Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.

Alóquemelo, amor, su sal, aloca
Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.

¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello
borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,

para mirar cómo tu fino cuello
se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!

AMARANTA

Rubios, pulidos senos de Amaranta,
por una lengua de lebrel limados
pórticos de limones desviados
por el canal que asciende a tu garganta.

Rojo, un puente de rizos se adelanta
e incendia tus marfiles ondulados.
Muerde, heridor, tus dientes desangrados,
y corvo, en vilo, al viento te levanta.

La soledad, dormida en la espesura
calza su pie de céfiro y desciende
del olmo alto al mar de la llanura.

Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende,
y gladiadora, como un ascua impura
entre Amaranta y su amador se tiende.








La felicidad vuelve con el nombre ligero
de un presuroso y grácil joven alado: Aire.
Por parasoles verdes, las sombras que retornan
contestan, y el amor, por otro nombre:Isla

Venid, días dichosos, que regresais de lejos
teniendo por morada las velas de un molino;
por espejo la luna, la que el sol tiró al pozo,
y por bienes del alma,
todo el mar apresado en pequeñas bahías.

Llegad, alegres olas de mis años, risueños
labios de espuma abierta de las blancas edades.
Suenen mis ojos, canten con repetidas lágrimas
al pastor que desnudo da a la mar sus ovejas.

Ven otra vez, doblada
maravilla incansable de los viejos olivos.
Me abracen nuevamente tus raíces, hundiéndome
en las tumbas de muestran su soledad al cielo.

Quiero tocaros, santas, invencibles higueras,
abatidas de zumos, pero no de cansancio.
Dejadme en la apretada oscuridad inmóvil
de vuestra fresca alcoba dormir tranquilamente.

Soñar, soñar dormido, desde allí, en las colinas
donde los algarrobos
dan su miel a las nieves de la flor del almendro;
desde donde calladas huertas corren sus límites
abriendo arcos de cal arrobados de adelfas.

Despierte, al descorrer las ramas, ya en la tarde,
padeciendo el deseo de morirme en las dunas,
cuando al sol no le espera más final que el antiguo
de embozarse en los hombros mojados de la noche.

Isla de amor, escúchame, antes de que te vayas,
antes, ya que has venido, de que escapes de nuevo:
Concédeme la gracia de aclarar los perfiles
del canto que a mi lengua le quede aún, poniéndole
esa azul y afilada delgadez de contornos
que subes cuando al alba renaces sin rubores,
feliz y enteramente desnuda, de las olas

alberti.jpg (13613 bytes)
Alberti, Rafael

(1902-1999)

COMENTARIOS-
Con todo cariño. No han querido publicarme un comentario en tu Blog ¡Viva la Censura! T.

Me están llegando quejas al correo diciendo lo mismo, que no dejan publicar comentarios- He comprobado y desde luego yo LOS PERMITO. Intentalo de nuevo, si de nuevo no puedes comentar me pondré en contacto con la página del BLOG

1 comentario:

ines dijo...

COMENTARIOS- Con todo cariño. No han querido publicarme un comentario en tu Blog ¡Viva la Censura! T.

Me están llegando quejas al correo diciendo lo mismo, que no dejan publicar comentarios- He comprobado y desde luego yo LOS PERMITO. Intentalo de nuevo, si de nuevo no puedes comentar me pondré en contacto con la página del BLOG