Hoy fui de excursión me dice Teo mientras comíamos. ¿Si? ¿ Y a donde fuiste? Le pregunté. A un museo teatro. ¿Y donde estaba? Pues no lo sé, fuimos en un atobús...¿Estaba al lado del mar?- la voz masculina en la mesa dijo: Era en la ETEA, seguro... ¿En la ETEA?, dije un poco alterada, en la ETEA no hay nada, no te creas todo lo que dicen los políticos. Y la VOZ dijo "come"! Puedo comer y hablar, dijo Teo- tu lo haces- Y la VOZ insistente "si no comes no crecerás"- Teo mirándolo dijo: "Hoy me ha dolido una pierna, así que eso quiere decir que a los siete años voy a crecer". ¿Y que viste? Un cocodrilo que se convirtió en pato...si cuentame...
Era un cocodrilo que iba navegando por un río y llegó a un estanque de patos, allí vio una pata, se enamoró y se quedó. El pensaba que era un pato, hasta que un día llegaron los cazadores de cocodrilos y un un congénere que pasaba huyendo le dijo: Huye que te van a cazar!- Soy un PATO- le contestó YEYE, que así se llamaba el cocodrilo. Cuando el otro cocodrilo le enseño su cara en un espejo, YEYE escapó llorando. La vida con los suyos se le hacía insoportable así que volvió con su amada y desde ese día cambió su nombre y se convirtió en COCOPATO.
Cuando yo estaba a punto de echar la lagrima de la emoción Teo dijo:
¿Sabes? El otro día la profe de música llamó a Victor- VICTOR MANUEL
Uyyyyy, le dije, eso es muy peligroso...
Por que es peligroso me preguntó Teo sorprendido...
Pues no lo sé muy bien, pero RECUERDA ESTO EL RESTO DE TU VIDA, cuando las mujeres nos acordamos del segundo nombre o apellido de una persona es mala señal...yo que sé, será que se nos hincha la vena.
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