
Antonio de Pereda y Salgado (Valladolid, 1611 - Madrid, 1678), pintor español del Barroco.

De padre pintor, tras la muerte de éste marchó a Madrid, donde se educó en el taller de Pedro de las Cuevas. Allí tuvo por compañeros a Juan Carreño de Miranda, Francisco Camilo y Jusepe Leonardo entre otros. Protegido por el consejero real Francisco de Tejada, el pintor Giovanni Battista Crescenzi, propietario de una gran colección de pintura, lo tuteló y terminó de formarlo, y lo introdujo en la Corte.

Entre sus obras juveniles destacan las compuestas para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Muestra en esta época el influjo de Vicente Carducho; a este influjo se superpuso el de la pintura veneciana, por ejemplo, en las escenas religiosas que ejecutó a partir de la década de los años cuarenta. Fue además un gran pintor de bodegones.
A partir de la muerte de Crescenzi en 1635 se consagró sobre todo a la temática religiosa, llegando a realizar tanto retablos de altar como obras a menor escala. Su estilo combina la precisión de los maestros flamencos con el rico colorido de la escuela veneciana.
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