jueves, 30 de octubre de 2014

Que paciencia


Querida Cris,

Acabo de llegar a casa sudorosa, no estoy acostumbrada a darle tanto movimiento al cuerpo y me agoto, pero no es  esto lo que te quería decir.  Ibamos hacia el Paseo de Alfonso y de pronto el jefe dice "no me funciona el cambio de marchas".  ¿Es peligroso? Pregunté. "Tiene una marcha metida, pero no la puedo cambiar, no te preocupes, vamonos a Seat"...Y así, despacito, con las luces de avería parpadeando, subimos hacia la avenida de Madrid....Menos mal Cris!!! Un flash me llegó al cerebro ¿No subi yo al coche con un pitillo en la mano? Bajé la mirada, y allí, en el hueco del cambio de marchas había metido yo el cenicero.  Lo saque y  dije "prueba ahora!!!"...Escuché un suspiro de alivio y una carcajada

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya..., contigo no es posible decir, aquello de mosquita muerta, muy astuta, buscaste la manera de pedir guerra, menos mal que te conocemos, que de ti podemos decir, entre otras muchas cosas, que eres divertida, inteligente, que atraes a la gente, sin tener que usar argucias, tu personalidad es tal que me siento menos que una mitad de un grano de arena del mar. Gracias por existir, lo estoy pasando bastante mal, llevo encima todo el centro meteorológico nacional, y no te puedes imaginar, como duele. Bicos a Teo, juan, las niñas, para ti, lo mejor de tu amiga del alma. T