Llevamos años viendo - e ignorando- la tragedia de la emigración. Por eso traigo hoy aqui a
La lectura de Surrealismo de Julien Levy en 1936 acercó a Gorky a esta corriente e hizo que en sus pinturas apareciesen figuras biomórficas que recordaban las de Joan Miró y André Masson. Cuando, a comienzos de la década de 1940, muchos de los artistas surrealistas se instalaron en Nueva York, Gorky entabló amistad con Roberto Matta y André Breton. Al contrario que los surrealistas, Gorky no tomaba sus temas ni del subconsciente ni del mundo de los sueños, sino que su fuente de inspiración estaba siempre basada en experiencias vividas en su tierra natal.
En torno a 1946 sus obras, que ya desde la época cubista habían estado pobladas de figuras distorsionadas y amenazantes, comenzaron a transmitir aún con mayor intensidad la angustia vital que padecía. A pesar de que por entonces su obra había recibido cierto reconocimiento, no alcanzó una estabilidad financiera. A ello se sumó el incendio de su estudio, el diagnóstico de cáncer de garganta, la separación de su segunda mujer y un accidente de coche que le dejó paralizada la mano con la que pintaba. Se suicidó en 1948.Biografía
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza



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