Danae, hija de Acrisio, rey de Argos, fue encerrada en una cámara hermética porque el oráculo había anunciado al rey que sería asesinado por su nieto.
Zeus, enamorado de la bella Danae, baja a la tierra y se acerca al lugar donde está encerrada la bella princesa. La ve a través de una ventana de la torre donde está encerrada. Danae yace desnuda en su lecho soñando con la ansiada libertad y Zeus, a través de una rendija, le lanza una suavísima lluvia dorada
Cuando Crisio se enteró que Danae estaba embarazada, decide, antes de que se cumpla el pronóstico del oráculo, actuar rapidamente. Arroja al niño y a su madre al mar y así, Danae y su hijo Perseo, navegan dentro de un arcón, impulsados por los vientos favorables que envía Poseidón
Giovanni Battista Tiepolo
Llegaron a la isla de Sérifos y allí fueron rescatados por el pescador Dictis
El rey Polidectes se enamoró de Danae e intentó librarse de Perseo enviandolo a buscar una cabeza de una de los górgonas (esos personajes míticos que convierten en piedra al que ose mirarlas)
Cuando Perseo volvió se enteró que el rey había intentado violar a su madre y lo petrifica con la cabeza de la górgona Medusa
Danae y Perseo volvieron a Argos y Acrisio al enterarse, recordando la profecía, huyó como un rayo
Un día, el viejo rey Acrisio, asistió a unas competiciones atléticas que se celebraban en Larisa, donde participaba Perseo como atleta.
Perseo lanzó el disco y este hizo un giro extraño, finalmente golpeó a Acrisio en la cabeza y cayó al suelo muerto
No hay comentarios:
Publicar un comentario