Michael Wolgemut
Pintor alemán, es una figura esencial por su aportación al campo del grabado. Se inició en el arte con su padre, el también pintor Valentin Wolgemut y posteriormente amplió en Núremberg sus estudios, en el taller de Hans Pleydenwurff. A la muerte de éste, se casó con su viuda y tuvo entre sus ayudantes al hijo de Hans, Wilhelm Pleydenwurff. Hacia 1470-1471 se encuentra en Múnich colaborando con Mälesskircher; al año siguiente regresó a Núremberg, donde continuó con sus encargos, especialmente retablos, hasta aproximadamente 1480, momento en el que se dedicó con más intensidad a la obra impresa. En su estilo se detectan notas del arte de su ciudad natal, con una preferencia por la línea en detrimento del color y la austeridad en los gestos de sus figuras; sólo en los paisajes de sus fondos el color retoma un papel protagonista. En su etapa de juventud es evidente, sobre todo, la influencia de Van der Weyden, Dieric Bouts y Aelbert van Ouwater, y conforme avanza se reflejará cada vez más la huella de los grabados de
Martin Schongauer
Entre. sus obras se encuentran el retablo de la Marienkirche en Zwickau, fechado en 1479 y que es su primer trabajo documentado como pintor independiente. Posteriores son los conjuntos que realizó para la iglesia de San Lorenzo de Núremberg, hacia 1485, y el famoso Retablo Peringsdörfer, actualmente en la Friedenskirche de esta misma ciudad
Además. de estas pinturas religiosas, realizó retratos, como el de Levinus Memminger del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid; el de Ursula Tucher del Schloss Wilhelmshöhe de Kassel y el Retrato de un joven del Institute of Fine Arts de Detroit. También llevó a cabo diseños para vidrieras, pero es más conocido por su faceta como grabador, destacando las ilustraciones que hizo junto con Wilhelm Pleydenwurff del Schatzbehalter de Stephan Fridolin (Núremberg, 1491), y del Liber Chronicarum, conocido también como Crónica de Núremberg o Crónica del Mundo(Nürnberg Chronik o Weltchronik), de 1493, junto con Hartmann Schedel, trabajo este último muy significativo por el papel que jugó en el campo del grabado y porque marcó profundamente la obra de su más famoso discípulo, Alberto Durero
Museo Thyssen-Bornemisza
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