jueves, 28 de abril de 2011
Ovidio Murguía de Castro
Ovidio Murguía de Castro (Lestrove (Dodro), 1871 - ?, 1900) fue un pintor gallego. Hijo de los escritores Rosalía de Castro, de quien hereda su sentimiento artístico, y Manuel Murguía, queda huérfano de madre a los 14 años hecho que sin duda afectará a su evolución pictórica.
Comenzó a pintar en Santiago de Compostela, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de la que era profesor José Fenollera. En 1895 se traslada a Madrid, pero no sigue los caminos habituales ingresando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ni solicitando las posibles pensiones para Roma, entonces poco menos que imprescindible para hacer carrera oficial.
Su parentesco con el novelista Alejandro Pérez Lugín, en cuya casa reside, le permite asistir a tertulias literarias y relacionarse con artistas. Sale al campo, a la zona de la sierra de Guadarrama, a pintar paisaje del natural, y acude con frecuencia al Museo del Prado, donde realiza copias de grandes maestros, para ejercitarse en el oficio de pintor.
Su padre, hombre ambicioso, le relaciona con políticos influyentes de la época para los que ha de realizar escenas de género, muy en boga entonces, y decoraciones murales para sus palacios. Ovidio cumple estos encargos, aunque a regañadientes, hasta que decide liberarse de ellos por completo y vivir alegremente, a la bohemia, una vida que su precaria salud no le tolera.
Concurrió a algunas exposiciones, pero su cortísima vida no le permitió cuajar la obra a la que sin duda su temperamento estaba destinado.
La pintura de Ovidio Murguía figura en los museos de Galicia, especialmente en los de Pontevedra y La Coruña, donde está la más representativa.
Falleció prematuramente de tuberculosis en 1900 con tan solo 28 años de edad, hecho que más tarde haría que fuese encuadrado dentro de la denominada Generación Doliente gallega.
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