Lorca, hijo de Granada, poeta en lengua castellana, ya era entonces una figura reconocida no sólo en España, sino en toda Europa, tras haber publicado ‘Romancero Gitano’ y ‘Poeta en Nueva York’. El de Fuente Vaqueros visitó Galicia en varias ocasiones y sintió algo especial por sus verdes paisajes oscurecidos por un cielo encapotado de manera casi perenne, por las calles empedradas de sus ciudades a las que la lluvia dotaba de un manto gris y, como no, por su humilde pueblo y su lengua, que habían sobrevivido sin la ayuda de nadie y a pesar del odio de muchos. El gallego le pareció una herramienta perfecta para poetizar, pues encontraba que era muy sonoro (siempre se dice que los gallegos hablamos como cantando), con una música interna que quería aprender a tocar.
Para componer los seis poemas que escribió en gallego contó con la ayuda de Eduardo Blanco Amor, novelista que manejaba perfectamente tanto su idioma como el castellano, autor de ‘A esmorga’ (“La parranda”), sin duda alguna una de las mejores novela escritas en gallego (si no la mejor). El ourensán confesó que su intervención se limitó a la “puramente ortográfica, en algunos casos métrica”, aunque anteriormente había hablado de una participación un poco más amplia. De lo que no cabe duda es que Lorca poetizó en gallego, lo que supone uno de los mayores actos de amor que un extranjero le ha dedicado a Galicia.
Chove en Santiago,
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ó sol.
Chove en Santiago
na noite escura.
Herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.
Olla a choiva pola rúa,
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaído,
soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza do teu mar,
Santiago, lonxe do sol;
ágoa da mañán anterga
trema no meu corazón.
http://www.papelenblanco.com/poesia/madrigal-a-cibda-de-santiago-uno-de-los-seis-poemas-que-lorca-escribio-en-gallego
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