Leo esta historia en LA VOZ DE GALICIA y pienso.. Pongamonos en el lugar de D.F.G. una mujer de Lugo que va conduciendo con su nene de seis años al lado y, de repente, el niño dice :"Eh, mira a papá besando a una señora". Esta buena mujer D.F.G. que iría pensando en las cosas del día, o acaso soñando, que las mujeres podemos hacer ambas cosas a la vez, y de repente ese marido amoroso se está convirtiendo en un cabrón...
Dice el fiscal que esta mujer persiguió el coche de su marido y que llegó a impactar con el hasta en cuatro ocasiones. Evidentemente el fiscal no sabe mucho de psicología ¿Es esta mujer cumpable? Mil veces no. Cuando D.F.G. vio la mirada de su hijo,
aquel angelito de seis años, no fue la cabeza la que funcionó, fue el pie. ¿Acaso quiso impactar contra el otro coche a propósito? ¿No sería el marido infiel el que reducía la velocidad para dejar evidencias del impacto? Tambien podría ser que D.F.G. quisiera avisar al marido que mientras se conduce no se besa.
Ah, veamos la declaración de D.F.G.
"No sabía que salía con otra. Iba de compras con mi hijo y me dijo: mira a papá con una señora dandose besos. Fui detrás pitandoles para que pararan", dijo la acusada. Negó que les diera intencionalmente con el coche. Lo que pasó fue, dijo, que ellos frenaron y ella no pudo parar a tiempo y chocaron pero fue un accidente, recalcó
"No sabía que salía con otra. Iba de compras con mi hijo y me dijo: mira a papá con una señora dandose besos. Fui detrás pitandoles para que pararan", dijo la acusada. Negó que les diera intencionalmente con el coche. Lo que pasó fue, dijo, que ellos frenaron y ella no pudo parar a tiempo y chocaron pero fue un accidente, recalcó
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