miércoles, 18 de mayo de 2022

Pompeo Batoni




 Lucca, 1708-Roma, 1787

Hijo de un reputado orfebre de Lucca, Pompeo Girolamo Batoni comenzó su aprendizaje en el oficio paterno. En 1727 abandonó el taller familiar y se trasladó a Roma a estudiar pintura. Durante sus primeros años en la capital, Batoni se dedicó, como parte de su aprendizaje, a copiar esculturas antiguas conservadas en el Vaticano, así como los frescos de Rafael y de los Carracci. 

Su habilidad para dibujar y copiar ruinas y escultura clásica llamó la atención de los anticuarios británicos y coleccionistas de la ciudad, de los que pronto comenzó a recibir encargos. Desde el inicio de su carrera Pompeo Girolamo Batoni se inclinó por la corriente clasicista de la tradición romana, admirando y estudiando cuidadosamente la pintura de Rafael y de otros pintores de principios del siglo XVII, como Guido Reni y Domenichino, desarrollando un estilo personal y diferente al de sus contemporáneos, que anticipa el movimiento neoclasicista.

Hacia mediados de siglo, Batoni se convirtió en uno de los pintores más solicitados de Roma, recibiendo múltiples encargos de pintura religiosa, y mitológica. El más importante de ellos fue el de la decoración de uno de los altares de San Pedro en el Vaticano, de 1746, para el que Batoni pintó una enorme composición representando La caída de Simón el mago, hoy en la iglesia de Santa Maria degli Angeli, y cuya ejecución le ocupó una década.

 Fue también un afamado pintor de retratos, siendo especialmente apreciado y demandado por la aristocracia británica. El tipo de imagen en la que Batoni se especializó se caracteriza por incluir algún elemento de la Antigüedad clásica o una vista de Roma, que atestiguan la presencia del personaje en la ciudad y subrayan su condición de persona cultivada.


Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

domingo, 15 de mayo de 2022

Jan van Eyck

 



(Maaseik?, h. 1390/ 1400-Brujas, 1441). Pintor flamenco, mencionado por primera vez en 1422 en la corte de Juan de Baviera, conde de Holanda en La Haya. Después de la muerte de éste, entró como pintor de corte al servicio de Felipe el Bueno, duque de Borgoña. Se instaló en Lille, centro administrativo del ducado. Tambien realizó para el duque varios viajes a Portugal y España. 

En 1432 se instaló en Brujas, donde compró una casa y poco después contrajo matrimonio con una cierta Margarita, con la que tuvo dos hijos. Sus pinturas datadas son todas de la última década de su vida, cuando vivía en Brujas. El principio de su carrera apenas está documentado. Hacia mediados del siglo XV disfrutó de gran fama por toda Europa. Su obra maestra es, sin duda, el Retablo del Cordero Místico (catedral de San Bavón, Gante), un políptico terminado en 1432. 

Escritores de la época, como Vasari, le atribuían la invención de la técnica al óleo. Aunque eso no es totalmente cierto, Jan van Eyck sí llevó esta técnica a una gran perfección. Característica en su obra es la superposición de finas capas de pintura que producen un efecto transparente y reflectante. Con este método llega a representar con gran minuciosidad la calidad de las telas, la piel, la transparencia de los vasos, etc. Otra de sus obras maestras es el retrato del Matrimonio Arnolfini (National Gallery, Londres), en el que combina el rea­lismo y el simbolismo oculto con el sentido de espiritualidad.


MUSEO DEL PRADO

miércoles, 11 de mayo de 2022

Hans Baldung Grien



(Schwäbisch Gmünd, Alemania, 1484/1485-Estrasburgo, 1545). Pintor y grabador alemán. Pertenecía a una familia ­culta de abogados y profesores universitarios que se trasladó a Estras­burgo durante la década de 1490. Su padre fue consejero jurídico del obispo de aquella población y él mismo estableció un duradero contacto con los humanistas y reformadores de la ciudad, llegando a formar parte del Gran Consejo de la ciudad. Se ha supuesto que recibió una primera educación artística en el taller de un maestro asentado allí muy influido por la personalidad dominante de Martin Schongauer. 


Lo cierto es que en 1503 ya se encontraba trabajando con Alberto Durero, quien llegaría a mostrarle su predilección al encargarle la dirección de su taller durante su segundo viaje a Venecia (1505-1507). La adopción de su sobrenombre, «Grien» (Verde), demuestra su in­cli­nación por ese color durante sus ­pri­meros años, utilizándolo en su firma para distinguirse de otros compañeros con idéntico nombre. Desde muy joven demostró su independencia y versatilidad en la realización de numerosos dibujos y grabados, aunque tuviese siempre presente el ejemplo de Durero. En 1507 realizó un viaje a Halle, donde recibió importantes encargos: dos retablos, uno con La Ado­ración de los Magos (Gemäldegalerie, Berlín) y otro de San Sebastián ­(Germanisches Nationalmuseum, Núremberg).
En ambos se perciben ecos de su maestro Alberto Durero y también de Lucas Cranach. En 1509 se hizo ciudadano de Estrasburgo y al año siguiente obtuvo el título de maestro, pudiendo crear un taller con oficiales. Es también en 1510 cuando Baldung sacó a la luz su primera estampa sobre brujería, un ­tema que se haría omnipresente en su obra durante los años siguientes y con el que daría rienda suelta a creaciones marcadas por la inquietud y el erotismo: nigromancia, aquelarres y representaciones de la Muerte se harán frecuentes en pinturas y grabados. En 1512 se trasladó a Friburgo, donde permaneció durante cinco años. Allí realizó una de sus obras principales, el retablo de la catedral, constituido por once paneles monumentales. 
Fue instalado en mayo de 1516 y aún puede contemplarse in ­situ. Además, siguió trabajando en obras de pequeño tamaño y estampas y diseñó numerosas composiciones para las vidrieras de la catedral, una actividad que ya había realizado para varias iglesias de Núremberg. En 1517 regresó a Estrasburgo, y ­entonces fue nombrado miembro del Gran Consejo de la ciudad. Allí se ­adhirió a la Reforma protestante, aunque, afortunadamente para su trabajo, la ciudad no vivió grandes conmociones iconoclastas. Su arte se fue alejando de un primer estadio de gran expresividad y dramatismo para sumergirse más y más en fórmulas manieristas, con insistencia en el dibujo y en la creación de figuras estilizadas y elegantes de poderosa sensualidad. Partiendo de las imágenes medievales de las danzas de la Muerte, creó originales alego­rías morales sobre la fugacidad de la Vida y la Belleza, así como voluptuosas interpretaciones de la mitología clásica. 

En el Museo del Prado se conservan dos obras de Baldung en las cuales la protagonista absoluta es la figura humana desnuda, tan presente en su producción: Las Edades y la Muerte La Armonía o las tres Gracias. Esta última posee una inscripción al reverso que nos informa de que fue regalada por el conde de Solms a Juan de Ligne el 23 de enero de 1547. Tanto las dimensiones como la temática de ambas, parecen indicar que eran piezas compañeras y mezclaban alusiones a la Antigüedad clásica con reflexiones moralizantes. Debieron de pasar a posesión de Carlos V o de Felipe II, a cuya muerte se encontraban en el Alcázar de Madrid.

MUSEO DEL PRADO

jueves, 5 de mayo de 2022

Jan Havicksz. Steen



 Leiden, 1626-1679

Pintor holandés apreciado sobre todo en el siglo XVIII por sus escenas costumbristas y de género. Hijo de un cervecero, estudió en la Universidad de Leiden, donde estaba inscrito en 1646. Dos años más tarde formó parte del gremio de pintores de su ciudad natal. Se casó en La Haya, en 1649, con una de las hijas de Jan van Goyen, Margaretha. De carácter inquieto, es difícil asociarle con una sola ciudad. Entre 1656 y 1660 está documentado en Warmond, entre 1661 y 1670 en Haarlem, y desde ese año hasta su muerte en Leiden. Compatibilizó otras actividades con la pintura; así entre 1654 y 1657 su padre le alquiló una cervecería en Delft, La culebra, que no tuvo mucho éxito, y en 1672 el pintor abrió una fonda en Leiden. Fue presidente del gremio de pintores de esta urbe en dos ocasiones y decano en una.

Las primeras escenas que realizó se fechan en la década de 1640, y en ellas sus personajes tienen un aire grotesco. Entre los maestros que se han mencionado como formadores de su estilo se encuentran Adriaen van Ostade en Haarlem, Jan van Goyen en La Haya y Nicolaus Knüpfer en Utrecht. Admiró a Frans Hals, cuyas obras le causaron un gran impacto, y según parece llegó a coleccionar cuadros de este artista; el Peeckelhaering de Hals cuelga en la pared de dos de sus interiores: El bautizo (Berlín, Gemäldegalerie) y La visita del doctor (Londres, Apsley House). Su estilo fue evolucionando hacia obras con menor número de personajes, a la vez que aumenta su caracterización. 

En su última época estilizó sus figuras, matizó los colores y sus composiciones se abrieron a los nuevos gustos del cambio de siglo. Jan Steen fue un pintor muy productivo, en su obra además de una gran variedad de animadas escenas, tanto en interiores como en exteriores, destacan sus pinturas con temas alegóricos y religiosos junto a algunos retratos de encargo. 

Entre aquéllas hay que subrayar las historias religiosas —Steen fue toda su vida un fiel católico—, que están tratadas como pinturas de género, como Cristo en Emaús del Rijksmuseum de Amsterdam. Admirado por sir Joshua Reynolds, tuvo numerosos seguidores e imitadores pero no discípulos.

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza