La frustración que supuso para la burguesía austriaca ver como sus esperanzas de alcanzar el poder político se esfumaban se canalizaría apoyando revueltas de carácter cultural. Al no poder participar en las transformaciones políticas y sociales, la burguesía liberal se centró en la literatura, la ciencia y el arte, apoyando a los jóvenes creadores y participando de sus movimientos de rebeldía. Uno de los primeros grupos secesionistas que se rebelaron contra las normas académicas y tradicionales sería el grupo literario "Jung Wien" (Joven Viena) pero la verdadera "Seccesion" se gestó en la Casa de los Artistas, única asociación de artistas de Viena que organizaba temporalmente exposiciones para mostrar las creaciones de sus miembros, exposiciones que contaban con un jurado que seleccionaba a los artistas que participaban.
Los miembros antiguos no permitían incorporar en las muestras obras de artistas que tuvieran una visión diferente y, por supuesto, no se permitía la exhibición de obras realizadas por artistas extranjeros, canalizando las muestras de manera casi exclusivamente comercial. La obras de Theodor von Hoermann y Josef Engelhart, pintores que habían viajado a París -donde tuvieron contacto con los impresionistas- fueron rechazadas por el jurado de la Casa de los Artistas, lo que sirvió de acicate para una revuelta liderada por los más jóvenes. La exposición de la obra de la Seccesion de Munich en la Casa de los Artistas de Viena durante 1895 servirá de espoleta para que Karl Moll, Joseph Engelhart y Gustav Klimt empezaran a plantearse una ruptura. Pero el detonante sería la elección del presidente de la Asociación de Artistas; en la asamblea general de 1896 resultó vencedor el representante de la corriente academicista, el pintor Eugen Felix, por sólo 16 votos de diferencia. Estaba claro que había en la Asociación dos grupos claramente enfrentados. Uno de estos grupos, constituido por unos 40 artistas -entre los que estaban Klimt, Moll, Alfred Roller y Koloman Moser- se reunía el 3 de abril de 1897 para constituir una organización nueva e independiente: la Asociación de Artistas Austriacos. En un primer momento no se planteaba la segregación de la Sociedad de Artistas, separación que se produciría en mayo al renovarse los conflictos entre ambos bandos. Klimt fue elegido presidente de la nueva Asociación, escribiendo una carta en la que se leían los argumentos que provocaron la escisión -"es necesario establecer el espíritu de las exposiciones sobre una base puramente cultural, libre del carácter mercantil (...) y en última instancia se estimule a las esferas oficiales a que se preocupen más por el cuidado de las obras de arte"- y los objetivos del nuevo movimiento -"fomentar, en primer lugar, la actividad artística, el interés por el arte en nuestra ciudad y, una vez que el mismo se haya ampliado a nivel austriaco, extenderlo a todo el Imperio"-
Durante los ocho años siguientes, la Secession organizó 23 exposiciones, siendo la más importante la celebrada en 1902, dedicada a Beethoven, donde Klimt mostró su famoso Friso. Al ser uno de los objetivos del movimiento el acercar el arte moderno a los vieneses, buena parte de los beneficios de las exposiciones se invirtieron en comprar cuadros de artistas modernos -Van Gogh entre otros- para donarlos a la Galería Austriaca.
Al mismo tiempo se establecieron visitas guiadas a la sede de la Secession para los trabajadores, los domingos por la mañana. Desde un principio se planteó que la Secession debería existir durante un periodo de diez años, en el cual se habría conseguido su objetivo de rescatar el arte de la vida comercial. Pero en los primeros años ya surgieron problemas de carácter estético al existir diversidad de opiniones en torno al impresionismo. La fundación en 1903 de los Wiener Werkstätte -Talleres de Viena- por parte de Hoffmann, Moser y Waerndorfer provocó un grave conflicto en el seno del grupo, que se acentuó con motivo de la Exposición de St. Louis de 1904, en la que por motivos burocráticos no estuvieron representados. La espoleta de la ruptura vino con la muerte del propietario de una galería de arte y el ofrecimiento de un joyero para financiar la compra de la galería, siempre y cuando estuviera ligada a la Secession, exponiendo sus obras con plena visión comercial.Esta idea rompía con los planteamientos iniciales del grupo y el círculo de los llamados "naturalistas", liderado por Josef Engerhalt, acusó a los demás de traicionar las ideas que les habían llevado a abandonar la Sociedad de Artistas. En 1905 se celebró una convulsiva reunión y el grupo de Klimt perdió por un voto. Se producía una nueva escisión de dieciocho artistas, curiosamente los más destacados en los últimos ocho años, que tendría como nuevo eje de su movimiento los Wiener Werkstätte, donde se continuará el "Jugenstill", el concepto de obra de arte como un todo.
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