viernes, 29 de septiembre de 2017

Valentin de Boulogne





(Coullommiers, 1591-Roma, 1632). Pintor francés. De padre también pintor, debió de instalarse en Roma alre­dedor de 1613 para nunca regresar a Francia, y se convirtió en el más importante de los caravaggistas franceses y, sin duda, en el más dotado por su calidad y sensibilidad. Tanto en sus escenas de la vida diaria como en sus obras religiosas expresó los ideales del maestro lombardo hasta el final de sus días. 


Debido a su personalidad singular, prefirió vivir alrededor del barrio de la plaza del Popolo, en el que coexistían numerosos artistas forasteros llegados a Roma, especialmente flamencos, holandeses y franceses, con los que compartió gustos y aficiones. Aunque siempre independiente, no dejó de relacionarse con artistas franceses, como Nicolas Poussin, o con personalidades francófilas, como el cardenal Francesco Barberini. 


En el Museo del Prado se conservan dos obras suyas, un dibujo del legado Fernández Durán (1930) y una pintura, El martirio de san Lorenzo, que se encontraba en el Alcázar de Madrid atribuida a Poussin en los sucesivos inventarios de 1686 y 1700. Se localizaba este lienzo en una de las piezas de las bóvedas del palacio, formando grupo con otros dos que también deberían adscribirse a Valentin, pero que desaparecieron tras el incendio de 1734, por lo que esta obra es la única que entraría en el Museo en el siglo XIX.

Museo del Prado

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