VOLVER

Acabo de llegar del sur. A veces es necesario distanciarse para poder ver las cosas con cierta perspectiva.  He estado en Marbella, esa ciudad que conocemos por las revistas del corazón. Como me suele suceder cuando viajo en Semana Santa, no voy preparada para lo que me voy a encontrar, así que lo primero que tuve que hacer fue cambiar las botas por unos "tenis". 

La avenida de Miguel Cano la han hecho peatonal y allí tienes de todo. Entré en el comercio de una china y me probé unas zapatillas rosas y cuando aún las tenía en los pies vino con otras azules  y me dijo "estas solo las hay del número 41". A veces tomamos decisiones absurdas... me  miraba los pies mientras caminaba por el paseo marítimo...¿Por que tres números más de los necesarios solo por el color? Pero al contrario de lo que imaginamos en la distancia, allí, me refiero a Marbella, puedes ir como te dé la gana. Ciudad muy pueblo con "ambiente para todos".El ambiente político raro. No saben que ocurrirá. Yo vaticino pacto PP Psoe y me miran de forma rara y yo me pregunto ¿Como pueden los que presumen de limpios apoyar a la CASTA?...

 Y vuelvo...

Al entrar en Galicia me acuerdo de la frase de Laxeiro "Teño pena de morrer  por deixar de ver Galicia"...Nuestras montañas onduladas, suaves, solo rotas en la distancia por los molinillos, me reciben llenas de color. Predomina el amarillo, el tojo está en todo su esplendor

Hoy, con mono de noticias locales, echo un vistazo a la VOZ DE GALICIA  y a FARO DE VIGO

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"Vigo es esa ciudad que amas y odias»

Eso dice Alberto Conçalves, Secretario general de la CIG. Denuncia un "localismo gratuito" que provoca un "viguismo sin chicha"

¿Nos hemos dejado invadir? 

Mientras pienso, intento buscar el mural de Pelucas y no lo encuentro, bueno tendré que acercarme al sitio... que yo lo aprecio