"La primera vocación de Rafael Alberti fue la pintura, patente ya en sus primeros años cuando en El Puerto de Santa María dibujaba los barcos que hasta allí llegaban.
Pero su auténtico descubrimiento de la pintura se produce en 1917, cuando, por motivos familiares se traslada a Madrid y entra por primera vez en el Museo del Prado, al que años más tarde desde su destierro argentino rendirá homenaje en uno de sus libros mayores: A la Pintura, dedicado a Picasso.
En él quedará plasmado no sólo su deslumbramiento hacia la pintura y hacia uno de los museos más bellos del mundo, sino también su minucioso conocimiento de las escuelas pictóricas, las técnicas y procedimientos utilizados, el estilo de cada pintor.
Sin abandonar del todo su vocación pictórica, su vida va abriéndose a lo que será el centro de su inspiración: la poesía. Ambas vocaciones las fusionará Alberti en la creación de sus "liricografías", en las que dibuja sus versos ("diérame ahora la locura / que en aquel tiempo me tenía / para pintar la poesía con el pincel de la pintura"). Debajo del poeta late siempre el pintor y viceversa. Su poesía es plástica, llena de color, luminosa como su pintura. Antes de escribirla, según él, tenía que verla dibujada. Y su pintura tiene todo el lirismo de sus versos, el ritmo de sus composiciones métricas. Picasso, en un dibujo que le regaló, le puso la siguiente dedicatoria: "Del poeta Pablo Picasso al pintor Rafael Alberti".
Amico Aspertini nació en Bolonia, entre 1474 y 1475, en el seno de una familia de pintores. Fue un artista versátil que se dedicó a la pintura, a la escultura, al grabado y a la iluminación de libros. Giorgio Vasari lo describe como un pintor excéntrico, capaz de trabajar tan rápido que podía decorar una fachada en un solo día.
Aspertini es considerado hoy como un pintor de estilo complejo y ecléctico, y uno de los precursores de la corriente manierista. Su cronología es difícil de establecer, debido, en gran medida, a la pérdida de toda su obra como decorador de fachadas al fresco, actividad en la que según las fuentes fue el artista más prolífico de Bolonia.
La primera noticia que tenemos sobre la carrera de Aspertini es su viaje, entre 1500 y 1503, a Roma, donde estableció contacto con la escuela de Pinturicchio. Fue un apasionado estudioso de la Antigüedad; de esos años data uno de sus cuadernos de dibujos dedicados al mundo clásico, el Wolfegg Codex, colección von Waldburg, que es un documento de primer orden para el conocimiento del arte y la arquitectura antigua.
En 1504 regresó a Bolonia, donde un año más tarde participó, junto con Lorenzo Costa y Francesco Francia, en la decoración al fresco del recién restaurado oratorio de Santa Cecilia, en la iglesia San Giacomo Maggiore. Su siguiente gran encargo fue en la Toscana, en Lucca, donde se ocupó del programa decorativo de la capilla de Sant’ Agostino en la iglesia de San Frediano, en el que destaca, especialmente, su representación con San Frediano cambiando el curso del río Serchio, basado en una escena de la columna de Trajano.
Desde 1510 hasta 1530 Aspertini se centró casi exclusivamente en su labor como escultor, llevando a cabo, entre otros proyectos, parte de la fachada de San Petronio, en su ciudad natal.
En 1529 fue uno de los dos artistas responsables de la decoración del arco de triunfo que celebraría la entrada en la ciudad de Bolonia del papa Clemente VII y el emperador Carlos V.
(Haarlem, 1610-1685). Pintor, dibujante y grabador holandés, especializado en la pintura de género de pequeño tamaño. Aunque las fuentes hablan de un aprendizaje a partir de Frans Hals, no hay datos fiables hasta su entrada en el Gremio de Pintores de San Lucas de Haarlem en 1634.
En sus primeras composiciones se hace evidente su dependencia de la obra de Adriaen Brouwer, especialmente en las escenas de peleas y escenas de interior, al modo de sus fumadores, jugadores de cartas o bebedores, aunque en Ostade carecen de la tradición satírica que animaba este tipo de pintura en Brouwer. La utilización de composiciones diagonales y los fuertes contrastes de claroscuro son las características predominantes de sus obras, así como los efectos de fuentes de luz directa, como candelas o chimeneas. Progresivamente incluirá en su corpus escenas de temática más pausada, tales como vistas de pueblos o interiores de casas campesinas, e incluso retratos individualizados, donde demuestra el conocimiento de la tendencia caravaggista, matizada a través de los artistas de Utrecht.
Del mismo modo, mostrará, hacia finales de la década de 1630, un interés por el paisaje, muy influenciado por la actividad pictórica de su hermano Isaak, con obras en las que alcanza gran calidad gracias a la combinación de espacios abiertos con figuras en actividades cotidianas. Únicamente se conoce un paisaje puro de su mano, Paisaje con viejo roble (Rijksmuseum, Amsterdam). A partir de la década de 1640 sus escenas de género sufrirán una nueva evolución, prestando más atención a los elementos anecdóticos, como mobiliario y utensilios cotidianos, representados en un mayor detalle. Las figuras ganan en individualización y a la vez construye las escenas con un sentido de la profundidad y la perspectiva más maduro.
De hecho, la insistencia en los detalles será la característica que marque sus obras posteriores, así como una obsesión por la utilización de colores más delicados, en detrimento de la tonalidad general de sus primeras obras. Los mismos temas de género de sus pinturas se mantienen en el gran número de dibujos de su mano que se conservan, así como en sus muchos grabados, siendo el principal grabador holandés de su momento tras Rembrandt. Adriaen van Ostade fue maestro de su hermano Isaak, así como de Thomas Wijck, e indirectamente influyó en artistas como Jan Steen, Cornelis Befa, Michel van Musscher, Jan de Groot y Cornelis Dusart, por lo que es uno de los principales puntos de referencia de la pintura de género holandesa.