GALA Y SALVADOR DALÍ
Dalí desnudo, en contemplación ante cinco cuerpos regulares metamorfoseados en corpúsculos en los que aparece repentinamente la Leda de Leonardo cromosomatizada por el rostro de Gala, 1954
En 1958, en Sant Martí Vell, Girona, se casaban Salvador Dalí y Gala. Se habían conocido en la Costa Brava en 1929 y se volvieron a encontrar en 1934 en París.
Helena Diakonova, Gala, había nacido en
Kazan, Rusia. Conoció a Paul Ëluard, el poeta, en una clínica para
tuberculosos, en los Alpes Suizos y un año más tarde, en 1917, se
casaron.
Gala fue amante de Max Ernst compartiendo casa todavía con Eluard, las voces de la época calificaron la situación como Ménage à trois
Cuando en 1929, Gala, junto a su
marido, Magritte y Buñuel visitaron Cadaqués y Figueres, Gala ya supo
que un día Dali sería suyo.
Cinco años despues se unieron y se
instalaron en el estudio del pintor cerca del parque de Montsouris en
París. Dalí hacia su carrera por los antros de Montparnasse, siempre,
permanentemente con la mirada fija en su musa, Gala y ella, allí con él y
tantos otros. Gala, diez años mayor que él, de una educación esmerada y
parece ser que de gran talento sexual, ejercía sobre Dalí una gran
fascinación.
Dalí y García Lorca
Se conocieron en 1922 en la Residencia
de Estudiantes de Madrid. Uno 24 años, 18 el otro. Lorca se enamoró
perdidamente de Dalí pero este nunca aceptó su homosexualidad, quizas
por miedo a un padre severo o por complejo. Se distanciaron en 1928
…Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.
Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.
de baraja francesa y sin ninguna herida.
Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.
que nos une en las horas oscuras y doradas.
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.
Es primero el amor, la amistad o la esgrima…
Fragmento de Oda a Salvador Dalí de F.G.Lorca (1926)
“Tú
eres una borrasca cristiana y necesitas de mi paganismo (...) yo iré a
buscarte para hacerte una cura de mar. Será invierno y encenderemos
lumbre. Las pobres bestias estarán ateridas. Tú te acordarás que eres
inventor de cosas maravillosas y viviremos juntos con una máquina de
retratar (…)”. Así de apasionado escribe Salvador Dalí en el verano de
1928 a su íntimo amigo Federico García Lorca.
Gala y Dalí comenzaron a viajar a Nueva
York. Abandonaron un Continente sombrío, la guerra de España, la
depresión por la muerte de García Lorca. Ocho años en Estados Unidos y
vuelta a la España franquista. Se instalaron en Port Lligat, en una
pequeña casa que transformaron en villa
A Dalí le atraía algo más que el físico
de Gala, era su alter ego, parte de si mismo, En una entrevista declaró
el paralelismo entre Gala y la Beatriz de Dante- “Me trajo el raro
libro de magia que debía nutrir mi magia, el documento
histórico que probaba irrefutablemente mi tesis cuando estaba en
proceso de elaboración, la imagen paranoica que mi subconsciente
deseaba, la fotografía de una pintura desconocida destinada a revelar un
nuevo enigma estético”.
Dali le compró un castillo, el de Púbol, en la planicie del Bajo Ampurdan y alli descansa ella desde 1982. Su muerte provocó al artista una gran depresión, no quería beber ni comer y casi muere en un incendio. Al final de sus días el pidió ser enterrado en el Museo de Figueres.
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