Atalanta, escultura en mármol de Pierre Lepautre (1703-1705).
El padre de Atalanta deseaba únicamente hijos varones, y por ello, al nacer, la abandonó a su suerte en el monte Partenio. Pudo sobrevivir gracias a que una osa la cuidó y la amamantó, hasta que unos cazadores la encontraron y decidieron criarla.
Atalanta se convirtió en una bella mujer pero decidió mantenerse virgen y consagrarse a Artemisa, diosa de las cacerias y de los montes
Dos centauros quisieron violarla pero ella los venció con sus flechas. La fama de su valentía se extendió y más despues de vencer en la carrera de los juegos fúnebres organizados por Peleo, padre de Aquiles, en honor de su difunto hijo, muerto en la guerra de Troya
Para evitar a cualquier pretendiente anunció que solo se casaría con aquel que lograse vencerla en una carrera, pero si al contrario, ella venciese, mataría al oponente.
Hipómenes, un apuesto joven, logró vencer a Atalanta gracias a una pequeña trampa. Afrodita, diosa del amor le regaló unas manzanas de oro que procedían del jardín de Herpérides y durante la carrera, cada vez que Atalanta estaba a punto de darle alcance, Hipómenes dejaba caer una de las manzanas. La joven, hechizada por la belleza de las manzanas se paraba a recogerlas y así el joven logró llegar antes a la meta
la carrera entre Atalanta e Hippomenes, de Nicolas Colombel
Hipómenes se olvidó de dar las gracias a Afrodita y esta aprovechando que la pareja estaba haciendo el amor en el templo de la diosa cibeles, le mostró su enfado y Cibeles llena de cólera los convirtió en leones que tirarían para siempre de su carro
Guido Reni
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