Me han dicho las olas y el viento,
las camelias en flor de madrugada,
las arenas del mar y tu mirada.
Sales otra vez de tu asiento
marchas tirada, en alegre movimiento,
otra vez, sobre carroza por angeles guiada.
Calle Peregrina, Calle Michelena, Ayuntamiento,
otra vez, y siempre enamorada.
Virgen, niña joven, inquieta y juguetona
que conservas en los bucles de tus rizos
mis recuerdos de niño, de joven y de amores
henchidos de aromas, mezclados de ansiedad tristona,
pero al verte sonreir de nuevo, amplia y satisfecha,
vencen en mi los problemas y temores.
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